En los restos abandonados del planeta Astara, los aldeanos de Rockhaven vivieron vidas difíciles pero pacíficas, hasta el día en que Shadowraith, Dark Yabu y sus secuaces descendieron del cielo. Con ferocidad y eficiencia despiadada, descendieron sobre la gente del pueblo, esclavizándolos para trabajar en las profundidades de las cuevas que rodeaban su aldea.
Dark Yabu asesinó al abuelo del joven Vexx, quien logró deslizarse silenciosamente a bordo del barco de viento del enemigo. Allí, encerrado en lo más profundo del santuario de Yabu, estaba el último par de guanteletes de batalla de Astani. Los guanteletes saltaron sobre las manos extendidas de Vexx y se unieron a sus brazos dándole poderes especiales. Preparado para cumplir con su destino, Vexx se embarca en una búsqueda a través de islas volcánicas, ciudadelas heladas y castillos gigantes para enfrentarse a Dark Yabu, salvar a su pueblo y vengar la muerte de su abuelo.